viernes, 10 de julio de 2020

San Juan de Baños





La iglesia de San Juan de Baños (Palencia), está situada en una zona muy rica en hallazgos arqueológicos especialmente de época romana y visigoda. Es por tanto el eslabón perfecto entre las iglesias cruciformes y toda la arquitectura visigoda anterior pues, aunque su forma de construcción se podría ya incluir entre las primeras, su planta original tiene mucha más relación con las iglesias del siglo VI y principios del VII, en las que se observa una continua modificación en la forma de las cabeceras, con la aparición de distintos tipos de "cruceros" añadidos a las plantas basilicales.


Además es la única que no ofrece ninguna duda respecto a la fecha de su construcción, ya que se conserva una inscripción en el muro testero, entre cuatro piedras salientes decoradas con veneros y ruedas de radios curvos, que demuestra su fundación por Recesvinto el día 3 de enero del año 661. Dicha inscripción, escrita en latín no muy puro dice lo siguiente:
"Precursor del señor, mártir, bautista Juan, posee en eterno don ésta basílica, para ti construida; la cual, devoto yo, Recesvinto Rey, yo mismo, amador de tu nombre te he dedicado, erigiendola y dotándola a expensas mías y dentro de mi heredad en la era 699, año décimo después de aquel en que se contaba el décimo de mi padre Chindasvinto y el tercero de mi glorioso reinado"


Según esta inscripción, apoyada además por su dedicación a San Juan Bautista y a la existencia a pocos metros de una fuente de la misma época, parece verosimil la antigua tradición de que fue construida por Recesvinto en agradecimiento por su curación en esa misma fuente, a la vuelta de alguna campaña contra los pueblos del norte de la península.
Las excavaciones realizadas en los años 1956 y 1963 nos han permitido conocer que su forma original era un cuadrado de aproximadamente 11 metros de lado que se completaba con un pórtico, la capilla central de la cabecera y los dos extremos del transepto con otras dos capillas laterales en la cabecera, separadas de la central,lo que le confiere una estructura muy original que no tiene oparalelo ni en España ni fuera de ella, excepto por la recién descubierta basílica de Santa María del Trampal en Cáceres. En la iglesia que nos ocupa, estas dis capillas debieron desaparecer en la Edad Media y probablemente sustituidas en el siglo XV o XVI por otras dos adosadas a la central y cubiertas por bóvedas ojivales.


Su interior es de  una gran armonía y belleza. Es de tipo basilical con tres naves, mayor la central que las laterales y su altura es aproximadamente el doble que su anchura. Separada por cuatro arcos de herradura sobre columnas cilíndricas posiblemente reutilizadas de alguna construcción romana, la primera de ellas, adosada al muro del testero. Sobre cada uno de los arcos hay un ventana al exterior aprovechando la diferencia de altura entre la nave central y las laterales. A la altura del último arco, como demuestran las excavaciones realizadas,  se prolongaba a ambos lados en una especie de transepto que acababa en dos capillas separadas de la central y que debían ser iguales que aquella. El hecho de que tuviera triple cabecera parece ser debido a que tenía triple advocación del templo.
Adosado al muro de poniente hay un pequeño pórtico de reminiscencia oriental, al que posteriormente se le añadió una espadaña y una puerta adintelada interior y un arco de herradura exterior. Este tipo de pórtico que aparece por primera vez en San juan de Baños , será muy común el el arte visigodo y asturiano posteriormente.
Parece muy probable que en sus orígenes las naves estuvieran cubiertas por una superficie plana que no se ha conservado, ya que la que existe actualmente es muy  posterior. La capilla central, que es lo único que se conserva de su estado original, está cubierta por una bóveda de cañón con forma de herradura como continuación del bello arco toral que la comunica con la nave central. Esta bóveda es de magnífica construcción así como la ventana del muro de cabecera, también en forma de herradura que nos recuerdan a Santa María de Melque, de construcción posterior.
Merecen mención especial los 10 arcos de herradura que se conservan en el momento. Son los más antiguos de este tipo que se conocen en España. Los arcos que dividen las naves están prolongados por un tercio de su radio lo que les da más esbeltez. El arco toral del abside central se apoya sobre impostas decoradas y como ya hemos dicho, se prolonga por la bóveda que cubre la capilla y la sensación que produce la vista del interior con las dos arquearías a los lados y el abside al frente, sirven para considerar esta iglesia como un monumento excepcional.
En cuanto a la decoración, se distinguen dos tipos perfectamente diferenciados. El primero lo componen los 8 capiteles de origen corintio, siendo el primero de la izquierda de origen romano y los otros siete serían copias mas o menos afortunadas del anterior pero realizadas en época visigoda ya que se aprecian en algunos de ellos la típica talla en dos planos característica del periodo visigodo.
De tipo totalmente distinto, a base de motivos puramente visigodos, tallados a cincel son los demás detalles de decoración que se conservan entre los que podemos destacar las impostas de los dos capiteles más próximos a la cabecera, las del arco toral y las del arco del pórtico, así como las molduras exteriores de los mismos así como los frisos que recorren el ábside y los muros, interiormente por encima de las ventanas y exteriormente en mitad de ellas.



El tipo de construcción es muy semejante al de las iglesias cruciformes que se han conservado de la última etapa visigoda, utilizando grandes sillares cuadrados, con poco mortero sobre todo en la base y fachada, de tamaño variable y sin la intención de formar hiladas en los muros y en las bóvedas de las capillas y a base de sillarejos de menor tamaño en las arquerías y en los muros que se apoyan sobre ellas. Podríamos decir que San Juan de Baños es una extraordinaria muestra del llamado "arte aúlico toledano", en relación con la época del Aula Regia y desaparecido casi por completo. Nos da una idea de cómo deberían de ser las grandes basílicas de las grandes ciudades, que debido en parte a la invasión árabe y a la fiebre destructiva de todo lo anterior que demostraron los constructores católicos a partir de la reconquista, no nos han quedado ni los cimientos.


Fuentes: Turismo Prerománico

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