jueves, 29 de mayo de 2014

Pérdida de las últimas colonias españolas (1898)

Hola a todos.
Como habíamos quedado, vamos a colgar en el blog los trabajos que habéis ido preparando y que habéis ido exponiendo en las reuniones en los últimos meses.
Por cierto, os recuerdo que aquellos que habéis expuesto y no me lo habéis mandado por correo electrónico, que lo hagáis para poder colgarlo aquí en el blog.
Vamos a empezar con el de nuestra compañera Beatriz Barrera y desde aquí le agradecemos su esfuerzo.



PÈRDIDA DE LAS ÚLTIMAS COLONIAS ESPAÑOLAS (1898)


A finales del siglo XIX España todavía conservaba algunas colonias de ultramar, restos de lo que en un tiempo fue su inmenso imperio colonial. Estas colonias eran Cuba, Filipinas, Puerto Rico, algunos archipiélagos en el Pacífico y pequeños enclaves en la costa africana.

Independencia de Cuba.

En Cuba, la colonia más rica en poder de los españoles, había surgido una rica burguesía criolla que anhelaba conseguir una mayor autonomía con respecto a España, pero cuyas reivindicaciones (reclamo) sólo comenzaron a ser escuchadas cuando el movimiento independentista era imparable.

La primera guerra cubana terminó con la firma del “Pacto de Zanjón” (1878) por el que las autoridades españolas convertían a Cuba en una provincia más dentro del reino de España. Sin embargo, las ansias independentistas resurgirían en 1895 de mano del líder independentista cubano José Martí. Que en el año 1871, organiza en los Estados Unidos el Partido Revolucionario Cubano cuyo principal objetivo era lograr la independencia de Cuba.

Para hacer frente a esta segunda guerra cubana el gobierno de   Antonio Cánovas del Castillo, optó por la mano dura. Se envió un numerosísimo contingente de tropas (más de 300.000 soldados) al mando del general Valeriano Weyler. Este llevaría a cabo una guerra atroz en su afan de derrotar a los independentistas cubanos. El general Weyler se propuso acabar la guerra en un periodo de 24 meses. Una de sus medidas sería colocar a los habitantes rurales en campos de concentración para de esta manera privar a los patriotas de la ayuda que el campesinado cubano le brindaba al ejército libertador. Se calcula que murieron unos cien mil cubanos en dichos campos de concentración debido al hambre y las enfermedades, en su mayoría ancianos, mujeres y niños. Pero a pesar del incremento constante de tropas españolas, la política de reconcentración y la abrumadora superioridad de su ejército, Weyler fue incapaz de derrotar a los patriotas cubanos. Estos, conocedores del terreno y movidos por el espíritu independentista llevaron a cabo una eficiente guerra de guerrillas que consistía en operaciones ofensivo-defensivas que fueron desgastando al ejército español paulatinamente sin que este pudiera obtener resultados favorables, a pesar de contar con los mejores medios militares como líneas de fortificación, ferrocarriles, vigilancia de las costas y el armamento más moderno de la época. Para finales de 1897, el gobierno español se encontró con las arcas vacías de dinero y con un ejército agotado por las enfermedades tropicales y la implacable resistencia de los cubanos. Madrid decidió finalmente destituir a Weyler, tanto por el costo político de su modo de hacer la guerra, así como por su fracaso militar al no poder derrotar a los rebeldes.  Este hecho es conocido en la historia como la Reconcentración de Weyler.

En marzo de 1897 fue elegido Presidente de los EE.UU. William McKinley, partidario de la intervención estadounidense en Cuba para asegurarse la llegada a bajo precio de la producción de tabaco y azúcar (el 90% de la producción cubana de dichos productos se vendía en los EE.UU.). En un primer momento EE.UU. trató de comprar Cuba al gobierno español por 300 millones de dólares, pero la negativa española haría que cambiasen de táctica.

Pese a que las élites políticas de EE.UU. estaban de acuerdo en lo beneficioso de una intervención en Cuba, los ciudadanos estadounidenses eran contrarios a que su gobierno tuviese una política exterior activa; para hacer cambiar esa opinión se emplearon a fondo los principales medios de comunicación de masas, controlados por los magnates Hearst y Pulitzer, quienes desde sus periódicos sensacionalistas indignarían al pueblo estadounidense por las tácticas represivas llevadas a cabo por el gobierno español en Cuba (pese a que durante la guerra de Secesión, en EE.UU. también se hacinó a población civil en campos de concentración).

En agosto de 1897 Antonio Cánovas del Castillo es asesinado por un anarquista italiano, siendo éste financiado  por miembros del Partido Revolucionario Cubano. Le sustituye en la Presidencia de Gobierno el liberal Mateo Sagasta, quien trata de aplacar el movimiento independentista concediendo a Cuba un gobierno semi-autónomo y retirando a Weyler; sin embargo la guerra había ido demasiado lejos, y otros actores habían intervenido, como para que dichas medidas fueran efectivas.

En abril de 1898 un crucero de guerra, el “Maine”, atracado en el puerto de La Habana explota, provocando la muerte de 260 marineros estadounidenses. La causa de dicha explosión es aún hoy día un misterio, existiendo múltiples hipótesis: el gobierno de EE.UU., agentes de Hearst, miembros independentistas cubanos, el gobierno español o incluso un accidente. Lo que sí es cierto es que tras la explosión del Maine, el gobierno de los EE.UU. declara en abril de 1898 la guerra a España, y en esta ocasión con el apoyo incondicional de todos sus ciudadanos.  
 Para comienzos de 1898 el ejército español apenas controlaba las principales ciudades costeras, los cubanos ganaban cada vez más y más terreno y el gobierno colonial no contaba ya con los recursos para seguir costeando la guerra. El gobierno de Los Estados Unidos reclamaba que la guerra afectaba sus intereses y le exigió a España reformas para lograr la paz. El gobierno colonial le otorgó a Cuba la autonomía, e inició una serie de reformas políticas y declaro un armisticio, pero los patriotas cubanos declararon que ya era demasiado tarde para un arreglo pacífico y aseguraron que solo se detendrían hasta lograr la independencia.
 La guerra entre EE.UU. y España se extendió también a Filipinas y Puerto Rico. En mayo de 1898 la flota española en Filipinas es aniquilada con suma facilidad por la potente y tecnológicamente más avanzada flota estadounidense. En julio de 1898 la flota española de Cuba sufre la misma humillación.

En diciembre de 1898 se firma la “Paz de París”, por la cual España reconoce la independencia de Cuba (quien pese a su teórica independencia vivirá bajo la tutela de EE.UU.), y cede Filipinas, Puerto Rico y la isla de Guam a los EE.UU. Dicha paz representó la liquidación definitiva del imperio español, a excepción de Guinea Ecuatorial.
La explosión del acorazado estadounidense Maine significó el ingreso de los Estados Unidos en la contienda. La declaración de guerra a España no se dejó esperar y los combates que antes se centraron en tierra, se trasladaron al mar: Las flotas realistas no pudieron responder a los modernos acorazados estadounidenses. La toma de Santiago de Cuba y la superioridad militar de las tropas norteamericanas,apoyadas en todo momento por las fuerzas cubanas al mando del General Calixto García (jefe cubano del departamento oriental) obligaron a los españoles, que ya estaban virtualmente acabados a rendirse en 1898. El suceso abrió paso a la ocupación estadounidense de Cuba hasta 1902.
Por el Tratado de París, España renunciaba a su soberanía sobre Cuba, Puerto Rico y Filipinas, lo que realmente significó dejar el campo expedito a su intervención y ocupación por losEstados Unidos. La exclusión de los representantes de las tres colonias en mención, evidenció el ánimo colonialista de los Estados Unidos, aunque las fuerzas independentistas de esos países llevaran el mayor peso de las guerras. El 24 de febrero de 1899, justo cuatro años después del inicio de la guerra, hacia su entrada triunfal a La Habana el Generalisimo Máximo Gómez al frente de su ejército. El viejo general Dominicano había guiado a los patriotas cubanos a la victoria en su guerra de emancipación contra el ejército español con la ayuda norteamericana.2 Miles de personas salieron a recibir al ejército libertador y Gómez sorprendido le dijo a uno de sus hombres: "Si toda esta gente hubiese peleado con nosotros habríamos derrotado a España hace muchísimo tiempo".


Independencia de Puerto Rico.

La Independencia de Puerto Rico tiene una historia análoga a la de Cuba y a la de Haití; ya que aquí era donde se exiliaban los rebeldes de la isla La Holandesa, cuando la suerte les era adversa. Conoce una sociedad esclavista a la manera de Cuba, y el desarrollo del ciclo del azúcar.

Las aspiraciones independentistas en Puerto Rico comienzan a manifestarse en 1821 pero no generan revolución ni enfrentamientos. No obstante, la situación se irá enconando y en 23 de septiembre con España no volverán a ser iguales. En Cuba la guerra se prologan durante 10 años, pero no en Puerto Rico que a partir de 1869 elige sus propios diputados a las Cortes españolas. No tienen autonomía política, aunque esta es una aspiración que se negocia con España intensamente. La autonomía política llegará en 1897, cuando la presión de Estados Unidos sobre la región es muy grande.

En 1898 estalla la guerra entre Estados Unidos y España por los territorios de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. España es derrotada. Tras la guerra Hispanoamericana, en 1898, Estados Unidos invadió a Puerto Rico. La guerra terminó con un armisticio, el Tratado de París, en el que España otorgaba Puerto Rico a los Estados Unidos. Existía un compromiso de EE.UU. de no ocupar Cuba, pero nada se dijo ni de Filipinas ni de Puerto Rico. En esa fecha la isla de Puerto Rico pasa a ser administrada por EE.UU, pero no es un Estado con todos los derechos. No es, pues, la independencia, aunque sí la separación de España. A partir de entonces, Puerto Rico se convirtió en territorio estadounidense. Hubo un gobierno militar que duró dos años, tras el cual se instituyó un gobierno civil.

En 1917-Acta Jones los puertorriqueños adquieren la ciudadanía estadounidense, pero no es un estado de Estados Unidos. Continúa el dominio estadounidense.
En 1948 EE.UU. concede por primera vez a Puerto Rico que elija a su gobernador es así que se elige como gobernador a Luis Muñoz Marín. En teoría se termina la administración de Estados Unidos, pero muchas de las funciones del Estado, como la defensa y la representación exterior depende de los EE UU. En 1952 se cambia el estatus jurídico y Puerto Rico se convierte en Estado Libre Asociado. Y esa es la situación en la que el pueblo puertorriqueño se encuentra en la actualidad. Puerto Rico redactará su propia Constitución de Puerto Rico (1952), supervisada por EEUU. Esta constitución es la que convierte a Puerto Rico en un Estado Libre Asociado. Puerto Rico tiene cierta autonomía, pero el gobierno federal de Estados Unidos nunca regula el ejercito causando graves colisiones, aduanas, la moneda, las relaciones internacionales, las relaciones obrero patronales, la migración, el control aéreo, el control marítimo y las comunicaciones (por ejemplo no se puede tener una estación de radio sin permiso de la agencia de gobierno que controla las comunicaciones en Estados Unidos. Y esto a pesar de que Puerto Rico no es un Estado de la Unión ni es una nación independiente, una república. La ley que regula las relaciones entre Estados Unidos y Puerto Rico es la Ley 682, que dice expresamente que Puerto Rico pertenece a Estados Unidos, pero no es parte de Estados Unidos. Esto lleva a concluir que el estatus colonial sigue en efecto y el Estado Libre Asociado, al no perpetuar la libertad de Puerto Rico como estado soberano en relación de socio con los Estados Unidos, es erróneo. De aquí surge la controversia actual que existe en las Naciones Unidas sobre el estatus de Puerto Rico y los argumentos a favor de un proceso de des-colonización.




Independencia de Filipinas.

La declaración filipina de independencia ocurrió el 12 de junio de 1898 en las Filipinas, cuando las fuerzas revolucionarias filipinas bajo el General Emilio Aguinaldo (quien más tarde se convertiría en el primer presidente republicano de las Filipinas) proclamaron la soberanía y la independencia de las Islas filipinas del dominio colonial de España después de que éste fue derrotado en la Batalla de la Bahía de Manila durante la Guerra Hispano-Estadounidense.

La declaración, sin embargo, no fue reconocida por los Estados Unidos o España, cuando el gobierno español traspasó las Filipinas a los Estados Unidos en el Tratado de París de 1898, con motivo de una indemnización por gastos y activos perdidos.

Aunque las Filipinas celebraron su primer Día de la Independencia el 12 de junio de 1898, su independencia no fue reconocida por los Estados Unidos hasta el 4 de julio de 1946. Después de aquella fecha, el Día de la Independencia fue observado el 4 de julio hasta que, en nombre del nacionalismo y bajo el consejo de historiadores, el presidente Diosdado Macapagal firmó el Acta de República № 4166 en la ley del 4 de agosto de 1964, designando el 12 de junio que había sido observado hasta entonces como "Día de Bandera", como "el Día de la Independencia" del país
Independencia de España]
El acontecimiento fue conducido por Gen Emilio Aguinaldo en su casa grande en el 12 de junio de 1898. La bandera de las Filipinas, que fueron hechas en Hong Kong por Marcela Agoncillo, su hija Lorenza y Delfina Herbosa de Natividad fue primero volada en ese caso. Es también donde el Himno Nacional Filipino, formado por Julian Felipe, fue primero tocado por la banda de San Francisco de Malabon. La canción fue tocada bajo el nombre de Marcha Filipina Magdalo, más tarde renombrado como Marcha Nacional Filipina
El Acta de la Declaración de Independencia fue preparado y escrito por el Señor Ambrosio Rianzares Bautista en español, que también leyó dicha declaración. Un trozo de la Declaración recuerda a algún párrafo de la Declaración Norteamericana de Independencia. La Declaración de Filipinas fue firmada por noventa y ocho personas, entre ellos un oficial de a armada estadounidense que presenció el evento. La proclamación de la Independencia de Filipinas fue, aun así, promulgada el 1 de Agosto, cuando muchas poblaciones ya habían sido organizadas bajo las reglas impuestas por el gobierno dictatorial del General Aguinaldo. El último párrafo dice que había un «extranjero» , el Sr. LM Johnson; que se describe como un «ciudadano de los E.U., un Coronel de Artillería» . El 12 de junio proclamation was later modified by another Proclamation done at Malolos, Bulacan, upon the insistence of Apolinario Mabini, who objected to the Original proclamation, which essentially placed the Philippines under the protection of the United States.
Dominio estadounidense]

 Ocupación estadounidense de Filipinas
Tras la guerra hispano-estadounidense de 1898, Filipinas quedó en el poder de los Estados Unidos. Aguinaldo, jefe del movimiento nacionalista; fue derrotado por el nuevo ejercito de ocupación. En 1900 el dominio estadounidense quedaba asegurado. La voluntad de independencia no cedió; en 1912, Woodrow Wilson dispuso las primeras medidas destinadas a otorgar autonomía a la isla. Desde 1912, el movimiento de resistencia civil se hizo intenso y se desató una tenaz tendencia antiestadounidense. En 1934 por decisión de Franklin D. Roosevelt, Filipinas pasó de colonia a dominio y se eligió una Asamblea Nacional y un presidente; Manuel Quezón. Las relaciones exteriores y la defensa delarchipiélago quedaban en manos de E.U., que mantenían bases y dominaban la economía. E.U. prometió conceder la independencia absoluta a partir de 1946. (en español) Diccionario enciclopédico Quillet. Argentina: Editorial Argentina Arístides Quillet. 1967. pp. 112. OCLC 7704136.
Dominio japonés
Al sobrevenir la lucha en el pacífico, durante la segunda guerra mundial, los japoneses ocuparon el archipiélago (1941-1942) y formaron un gobierno títere. El 14 de octubre de 1943 concedieron la independencia a las Filipinas. (en español) Diccionario enciclopédico Quillet. Argentina: Editorial Argentina Arístides Quillet. 1967. pp. 112. OCLC 7704136.
Reconquista estadounidense e independencia]
En 1944 comenzó la reconquista estadounidense , que quedó terminada en 1945, bajo el mando de Mac Arthur. Mac Arthur entregó el gobierno a Sergio Osmeña, en 1946 fue elegido prsidente Manuel Acuña Rojas y el 4 de julio fue proclamada la nueva independencia. (en español) Diccionario enciclopédico Quillet. Argentina: Editorial Argentina Arístides Quillet. 1967. pp. 112. OCLC 7704136.
La Bandera Oficial de la República de las Filipinas. Las Filipinas celebraron su Día de la Independencia cada el 4 de julio, la fecha en 1946 que los Estados Unidos concedieron la independencia a la nación, hasta 1962, cuando el presidente Diosdado Macapagal firmó la Proclamación Presidencial el No 28, cambiando la celebración oficial hasta el 12 de junio, la fecha en 1898 que Emilio Aguinaldo declaró la independencia nacional de España.5
Filipinas en la actualidad]
El 12 de junio de 1998, la nación celebró su año centenario de independencia de España. Las celebraciones fueron sostenidas simultáneamente a escala nacional por el entonces presidente Fidel V. Ramos y comunidades filipinas por todo el mundo. Una comisión fue establecida para dicho acontecimiento, la Comisión Centenaria Nacional encabezada por el antiguo Vicepresidente Salvador Laurel presidió todos los acontecimientos por todo el país. Uno de los proyectos principales de la comisión era la Exposición Pilipino, un magnífico escaparate del crecimiento de las Filipinas como una nación durante los 100 años pasados, localizados en Clark Special Zona Económica (antes Base Aérea Clark) en la Ciudad Angeles, Pampanga.

La crisis del 98 en España.

La pérdida de las colonias, y muy especialmente de Cuba, provocó una profunda crisis identitaria, social, política y cultural en España, dando paso a una época en la que manifestaciones culturales, como la Generación del 98 o el Regeneracionismo, se vieron marcados por la crisis y el contexto histórico, tratando entre otros temas la "Pérdida de personalidad histórica" de España.



3 comentarios:

Joaquín dijo...

Perdimos las colonias y nos abandonó el desodorante y nos quedamos oliendo a fracaso y desolación.
La historia, si algo nos enseña, es que todos los imperios tienen un principio, crecen, alcanzan su punto álgido y luego una decadencia más o menos larga hasta su desaparición. Esta claro que en el caso español ocupó el espacio entre los siglos XVI y XIX. Tres siglos, no nos podemos quejar.
Los principios, casi sin excepción, son obra de una hombre o un grupo de hombres de una valía excepcional las circunstancias también concurren pero alguien capaz de hacer arrancar un Imperio sabe muy bien como orientar a su favor cualquier situación adversa.
Cuando ni en la sociedad ni entre sus dirigentes se encuentra nadie con la capacidad de pilotar la empresa y saber defender las metas alcanzadas, no faltaran otros imperios emergentes (lo que piadosamente llamaremos factores externos) que nos disputaran las hegemonía.

Y así seguimos un siglo después entre desordenes y salvapatrias, siempre súbditos y conscientemente engañados cada cuatro años limando las aristas de una democracia deformada, blanda y redondeada como los cantos de las mentiras, resignados a vivir una existencia mansa, carente por igual de riesgos y de brillos.
Cierto es que todo esto me sugiere muchas dudas, y me gusta tenerlas, soy un exceptico, pero no total, soy digamos un exceptico discontinuo.

wolfchild dijo...

"Personas excepcionales"...
¿Los que medran ("levantan un imperio") a costa del sufrimiento, esclavitud y expolio de otros pueblos?
Para mí no...

wolfchild dijo...

"Personas excepcionales"...
¿Los que medran ("levantan un imperio") a costa del sufrimiento, esclavitud y expolio de otros pueblos?
Para mí no...