Hola a todos
Como vimos ayer en nuestra reunión semanal,
las Gradas de San Felipe era un lugar de encuentro para los habitantes de Madrid durante tres siglos.
Las gradas pertenececían al templo de San Felipe que se construyó en 1546 en la confluencia de la calle Mayor con la Puerta del Sol con la oposición del Ayuntamiento que no quería otra institución mendicante en la ciudad, pero gracias a la mediación del rey Felipe II se llegó a construir.
San Felipe debe su fama a su lonja y mercado, cuyos puestos se situaban en los huecos abiertos en su plano inferior y, sobre todo, por ser el principal Mentidero de la Villa, escenario tantas veces mencionado en la literatura del Siglo de Oro.
Arturo Pérez Reverte lo describe así en El Capitán Alatriste:
“Cualquier noticia, rumor o embuste allí lanzado, rodaba como una bola hasta multiplicarse por mil, y nada escapaba a las lenguas que de todo conocían, vistiendo de limpio desde el Rey al último villano...Discutíanse en sus corrillos los asuntos de Flandes, Italia, las Indias con la gravedad de un Consejo de Castilla, repetíanse chistes y epigramas, se cubría de fango la honra de las damas, las actrices y los maridos cornudos, se dedicaban pullas sangrientas al conde de Olivares, narrábanse en voz baja las aventuras galantes del Rey...Era, en fin, lugar amenísimo y chispeante, fuente de ingenio, novedad y maledicencia.”
El Mentidero de San Felipe el Real fue testigo, juez y parte de importantes sucesos que conmocionaron la vida madrileña. Destaca sobre todos ellos el asesinato del conde de Villamediana sucedido justo enfrente de sus gradas.
Un incendio producido en 1818 y la desamortización de Mendizábal supusieron su decadencia hasta que, el 13 de febrero de 1836 se ordenó su demolición. Su lugar lo ocupa actualmente las llamadas Casas de Cordero que se terminaron de construir en 1845.
Sirvan para ilustrar este texto éstas imagenes que nos ha proporcionado nuestra compañera María Mercedes.
Templo de San Felipe con sus Gradas y su Lonja
Aspecto actual del emplazamiento que ocupó en su día el templo
Por otro lado,
"La Mariblanca" es una
estatua de origen incierto, que fue comprada y traida a España junto con otras cuatro esculturas en el año 1625 por el mercader florentino Ludovico Turchi (en España también llamado Turqui), para coronar la desaparecida Fuente de la Fe en Madrid. Se trata del único elemento que se conserva de esta fuente monumental, que estuvo ubicada en la Puerta del sol frente a la Iglesia del Buen Suceso, igualmente desparecida.
La blancura de su mármol llevó a los aguadores del siglo XVII a bautizarla con el sobrenombre de «Mariblanca».
Es de pequeñas dimensiones y representa a una mujer, ataviada con atuendos clásicos, con un amorcillo a sus pies. No hay consenso entre los investigadores sobre si se trata de Diana, de Venus o de una alegoría de la Fé. En cualquier caso, el nombre que finalmente se ha impuesto, incluso a efectos oficiales, es el de la Mariblanca.
Una vez desaparecida la Fuente en 1892, la estatua fué ubicada en distintos lugares de la ciudad como los jardines del Retiro o el paseo de Recoletos.
Restaurada por el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, el Ayuntamiento de Madrid decidió guardar la estatua en el Museo de Historia de Madrid (antes, Museo Municipal), situado en el número 78 de la calle de Fuencarral, y con ello proteger la figura.
Desde el 25 de septiembre de 2009, coincidiendo con la última reforma de la Puerta del Sol, una copia se encuentra instalada en el otro extremo de la Puerta del Sol, junto al comienzo de la calle del Arenal.
Columna de mármol que sostiene e "La Mariblanca" en su actual emplazamiento
Espero que ésto aclare lo que hablamos ayer sobre éstos lugares tan singulares de la época.
Gracias a Maria Mercedes por su colaboración.
Fuente de información: Blog Memoria de Madrid.