martes, 10 de diciembre de 2013

Tradicional desayuno navideño.

Con motivo de la celebración de las fiestas navideñas, y como viene siendo habitual cada año, el próximo día 18 de diciembre celebraremos el tradicional desayuno navideño.
Es un momento para confraternizar, compartir y pasar un rato agradable. Ya sabéis que cada miembro del grupo aporta su granito de arena y así todos poder disfrutar de éste momento festivo.
Si no habéis recibido el correo de la compañera Chantal con las instrucciones, poneros en contacto con ella que es quien lo está organizando, y fiel a su imaginación, seguro que éste año también nos sorprenderá con otra de sus decoradas mesas a las que ya nos tiene acostumbrados.
¡¡¡¡Ánimo a todos, que lo vamos a pasar muy bien!!!!

jueves, 5 de diciembre de 2013

Visita de Carlos Caravias Aguilar, escritor de la novela histórica "Origenistas. La otra historia",

Hola a todos.
El próximo día 11 de diciembre, a las diez de la mañana tendremos el placer de contar con la presencia en nuestro Club de Lectura de Carlos Caravias Aguilar, escritor de la novela histórica "Origenistas. La otra historia".




Carlos Caravias es jiennense de nacimiento, nació en Alcalá la Real y malagueño de adopción, pues ha desarrollado gran parte de su vida laboral en Mijas, en dónde se jubiló
Carlos se encontró con un manuscrito del siglo XVII sobre la historia de los origenistas por casualidad. Le llamó la atención, comenzó a investigar sobre las afirmaciones de dicha doctrina cristiana y, casi sin darse cuenta, surgió el libro ‘Origenistas. La otra historia’, repleta de intrigas y misterios. Un relato que mezcla realidad y ficción sobre la religión cristiana.
¿Cómo sería nuestra vida si fuésemos capaces de dominar el tiempo? ¿De qué manera cambiarían las cosas si descubriésemos que el mensaje de Jesucristo ha sido deliberadamente manipulado? A esas preguntas da respuesta el escritor en su obra a través, entre otros de Luis y Robert que se ven acosados por la facción más integrista de la Iglesia.
Seguro que todos vamos a disfrutar de su presencia, porque a parte de tratar un tema muy interesante en su novela, es una persona encantadora. 
Os esperamos.


miércoles, 27 de noviembre de 2013

Nos ha visitado el escritor malagueño José Manuel García Marín.

Hola a todos.
Hoy día 27 de noviembre hemos tenido el placer, como ya se anunció, de contar con la visita del escritor malagueño José Manuel García Marín, uno de los autores de novela histórica más reconocidos en lengua española, autor de obras como "Azafrán", que cuenta ya con más de 18 ediciones, "La escalera del agua" y "La reina delas dos lunas", su última novela por el momento, aunque ya nos ha anunciado que se encuentra inmerso en la que será la cuarta, y que por lo que nos ha adelantado,  seguro que será otro gran éxito.
Ha sido una charla muy amena, instructiva y distendida en la que nos ha aportado  su opinión sobre lo que es o debería ser una novela histórica. También nos ha hablado de sus novelas, relatando muchos entresijos a la hora de escribirlas, de sus  personajes, de la época, etc. También nos ha divertido contando innumerables anécdotas relacionadas con su faceta de escritor de renombre.
En definitiva, ha sido una tertulia muy enriquecedora y nos ha prometido volver a visitarnos en breve.
Desde aquí, nuestro más sincero agradecimiento por el tiempo y las palabras que nos ha dedicado y por el buen rato que nos ha hecho pasar, siendo la novela histórica el objeto de nuestro Club de Lectura.
Aquí os dejo algunas imágenes de éste encuentro.











Muchas gracias a todos por asistir y espero que hayáis disfrutado de éste agradable encuentro.

martes, 26 de noviembre de 2013

Novela premiada en el Certamen Internacional de Novela Histórica "Ciudad de Úbeda"

Hola a todos.
Ya tenemos ganadora de la segunda edición del Certamen Internacional de Novela Histórica "Ciudad de Úbeda". Se trata de Magdalena Albero, una joven autora que promete, y la novela "La hija de Kleón".


Aquí teneis un resumen del argumento de la novela para que den ganas de leerla.
La novela discurre en la Grecia clásica del siglo III A.C.  Siguiendo el modelo de Homero con la Odisea, el autor presenta una novela de aventuras, escrita en primera persona, en la que Irene, hija de Kleón, busca su destino, al morir su madre y sus hermanos y al caer su padre en desgracia. La protagonista realiza un largo viaje, (en lo que es también un exilio interior), que la llevará por el mar Egeo, viviendo primero con sus tíos Herófilo y Helena y luego con personajes, sin duda interesantes, como Exome, Festos, Dafne, Linos o Leandro. Aventuras y desventuras, encuentros y desencuentros,  que la llevarán desde Atenas a la isla de Creta, Alejandría o Rodas.


A través de los viajes de la protagonista y de los personajes que aparecen en su vida, el autor nos coloca ante dilemas artísticos, médicos y filosóficos de forma instructiva y muy amena, con una buena ambientación de la Grecia clásica, Creta, Rodas y Alejandría y un final medianamente feliz, ajustado y bien conseguido. El autor recrea con soltura el mundo clásico y la lucha continua de la protagonista por ser valorada primero como mujer, después como médico e investigadora y finalmente como libre pensadora en una sociedad bastante reacia a resonancias femeninas. La traslación a nuestros días de ese mensaje y el hecho de ser una novela de aventuras, escrita con amenidad, la convierte en una novela en la que el lector (o la lectora) puede verse reflejado. Es valiente al plantear dilemas morales sobre los límites de la investigación y el avance de la medicina o cuestiones como el matrimonio, el embarazo o el aborto.   Apuesta decididamente por la instrucción y por la investigación como motores de avance de la sociedad y el decisivo papel que juega la mujer en ese proceso. El mito clásico del “paraíso terrenal” y la importancia de los elementos de la naturaleza o del paso del tiempo, están muy bien conseguidos. El epílogo escrito después de muchos años,  en tercera persona, en Alejandría, con los recuerdos, las impresiones y los sueños de Helia, la hija de Irene, de ser médico, es muy hermoso. Aún siendo una novela larga, con abundancia de personajes y de lugares, el autor sabe mantener la tensión y la incertidumbre por el devenir de la protagonista, describe con sabiduría sus angustias, sus miedos y sus deseos, y logra un relato ameno que gustará a todos los que lo lean.

martes, 19 de noviembre de 2013

Visita del autor de novela histórica José Manuel García Marín

Hola a todos.
El próximo día 27 de noviembre, a las 10 de la mañana, tendremos el placer de contar con la presencia en nuestro Club de Lectura de José Manuel García Marín, autor malagueño de novelas históricas como "Azafrán" , "La escalera del agua" y "La reina de las dos lunas"
José Manuel García Marín, nació en Málaga en el año 1954. Compatibiliza su labor profesional como empresario con la de investigador y escritor. Durante varios años se dedicó a la i nvestigación sobre las claves de Al-Andalus, de la que es un gran apasionado.


Ha publicado varias novelas históricas sobre Al-Andalus. En el año 2003 publicó su primera obra "Al-Hamrá", un ensayo  sobre el contenido místico y simbólico de la Alhambra.
 Posteriormente publicó su primera novela "Azafrán", que habla de la partida del maestro musulmán Saleh, desde Sanlucar de Alpechín hasta Granada. Su camino será una especie de viaje iniciático en el que tendrá la oportunidad de conocer la esencia mística de las tres religiones.


Posteriormente publicó el cuento "La lámpara de plata" como homenaje  a la Málaga nazarí.
Más adelante publicó su segunda novela "La escalera del agua" que con dos ediciones, también trata el tema de Al-Andalus.


Recientemente, en 2012 ha publicado su última novela "La reina de las dos lunas" que habla de la esposa del sultán de Fez  que, enamorada de un esclavo, huyó a España y se estableció en Mijas. Carlos V y Germana de Foix apadrinaron su bautizo como cristiana, adoptando el nombre de Dª Juana de Carlos. Se trata de una novela rodeada de sedas, aromas, perfumes, música e insinuantes danzas de harén y el erotismo de los baños y juegos femeninos.


De todo ésto nos hablará y responderá a las preguntas que nosotros le planteemos. Desde aquí os invitamos a todos a participar y a disfrutar de su presencia. Seguro que será muy muy interesante.
Os esperamos.









Participación en el Certamen Internacional de Novela Historica "Ciudad de Úbeda"

Hola a todos.
El Club de Lectura de Novela Histórica de Fuengirola ha participado en el Certamen Internacional de Novela Histórica "Ciudad de Úbeda" el pasado fin de semana.
Nos desplazamos a Úbeda, ciudad junto con su hermana Baeza, Patrimonio de la Humanidad, llenas de historia y rebosantes de cultura,  y tuvimos el placer de participar y disfrutar de todas las actividades programadas.
Fue un verdadero placer poder charlar con autores de novela histórica de la talla de Jesús Sánchez Adalid, Yeyo Balbás, Teo Palacios, José Luis Serrano, y un largo etcétera. Nos emocionó especialmente la presencia y las palabras para con el grupo por parte de Jesús Sánchez Adalid, ya que la primera novela histórica que se leyó en el Club de Lectura, allá por el año 2007, fue precisamente suya, "el mozárabe".
Así mismo pudimos asistir a concietos, visitas guiadas y teatralizadas, en fin, que ha sido un privilegio poder participar en un evento de tanto peso cultural.
Desde aquí nuestro agradecimiento a la organización por lo bien que nos han tratado, así como nuestra felicitación por el evento y ánimo para sucesivas ediciones.
Queremos también  felicitar especialmente al ganador del Certamen del año anterior, Raúl Montilla por su magnífica novela "El último invierno".
Esperamos poder estar presentes nuevamente el próximo año.

Aquí dejo algunas fotos de los actos.













jueves, 24 de octubre de 2013

martes, 1 de octubre de 2013

Regencias de María Cristina 1833-40 y Espartero 1840-43

Hola a todos.
Nuestra compañera Chantal me ha pedido que cuelgue en el blog éste pequeño documental que ilustra muy bien las regencias de María Cristina y Espartero para ir abriendo boca para la reunión de mañana en la que las veremos con más detalle. Es muy interesante. Espero que os guste.

http://www.youtube.com/watch?v=i8NGXKXQTxQ

Hasta mañana.

martes, 24 de septiembre de 2013

Certamen Internacional de Novela Histórica Ciudad de Ubeda

Hola a todos.
Próximamente se celebrará el "Certamen Internacional de Novela Histórica" en la ciudad de Úbeda, del 16 al 24 de noviembre de 2013.



 Aquí os dejo una reseña de los autores que participarán en la misma.


ALMUDENA DE ARTEAGA


Nacida en Madrid el 25 de junio de 1967, Almudena de Arteaga es licenciada en Derecho por la Universidad Complutense y Diplomada en Genealogía, heráldica y nobiliaria por el instituto Salazar y Castro. Se dio a conocer en el mundo literario en el año 1997 con su  exitosa novela histórica La Princesa de Éboli.
En la actualidad es una de las autoras de novela del género histórico que goza de mayor grado de popularidad tanto dentro como fuera de España. Ha publicado libros de distintas temáticas entre los que destacan las novelas María de Molina, tres coronas medievales, Premio Alfonso X El Sabio;  El desafío de las Damas, La verdad sobre la muerte del Conde Duque de Olivares, Premio de Novela Histórica de Zaragoza, o Capricho, Premio Azorín 2012. Igualmente, es autora de diferentes ensayos y relatos.
 JESÚS MAESO DE LA TORRE




 Este ubetense, prestigioso escritor de novela histórica, cuenta en su haber con varios premios como el Caja Granada de Novela, el Premio de la Critica de Novela Histórica “Ciudad de Cartagena 2011”, el Premio de las Letras 2012 y además fue finalista del Premio Ateneo de Sevilla. Igualmente, cuenta en su carrera literaria con dieciocho obras publicadas y es un habitual articulista en El País, Diario de Cádiz o en revistas de historia como Clío, Andalucía en la Historia o Historia y Vida.
Jesús Maeso de la Torre estará en Úbeda del 16 al 24 de noviembre en el Certamen Internacional de Novela Histórica en contacto con seguidores y aficionados a este género tan popular, que podrán disfrutar con su presencia tanto en una presentación como en una mesa redonda que tendrán lugar a lo largo del desarrollo de este sin duda interesante encuentro con la literatura.

BLANCA ROCA


No es habitual que una editorial independiente adquiera en pocos años el suficiente renombre como para medirse con los grandes grupos. Pero Roca Editorial lo ha logrado. Blanca Rosa Roca, sobrina del creador del Grupo Zeta, la montó en 2003, poco después de su cese como directora general de Ediciones B, y en apenas siete años ha situado sus libros en lugares más destacados que los del sello que abandonó. Sus autores de más tirón: Noah Gordon, Neil Gaiman, Michael Connelly, Craig Russell, Peter James, E.L. Doctorow... Sin olvidar los nativos: José Manuel García Marín, Julián Sánchez, Manuel Francisco Reina...

RAÚL MONTILLA



Ganador de la Edición 2012 del Certamen Internacional de Novela Histórica "Ciudad de Úbeda" con la obra "El último invierno"

Raúl Montilla Corral (Barcelona, 1979) es periodista y trabaja actualmente en el diario La Vanguardia, después de haberlo hecho en otras publicaciones como El Mundo y en varias agencias de información. También ha sido responsable de la sección de cultura del semanario comarcal El Far del Llobregat, coordinador de su anuario y redactor en diversos medios de comunicación locales de Barcelona.


TEO PALACIOS




El escritor, originario de la localidad sevillana de Dos Hermanas,  nos hablará de sus novelas históricas y participará en una mesa redonda junto con otros autores en la que el público asistente podrá dialogar con ellos acerca de este género literario y de sus obras.

Teo Palacios imparte cursos y talleres de creación literaria y forma parte del Comité Organizador de las Jornadas de Literatura Fantástica de Dos Hermanas. También es colaborador asiduo de  medios y publicaciones como La Aventura de la Historia, Clío o diversos medios televisivos y de radio.



Hasta el momento ha publicado tres novelas de trasfondo histórico: su ópera prima “Hijos de Heracles”, en la que nos narra las devastadoras guerras entre Mesenia y Esparta; “El Collar Maya”, un thriller histórico con las profecías del fin del mundo maya como telón de fondo, y “La predicción del astrólogo”, novela ambientada en la taifa de Sevilla bajo el reinado de al-Mutadid que ha recibido críticas elogiosas por su impecable escritura, su magnífica documentación, sus bellas descripciones y su exquisita ambientación histórica.
 YEYO BALBÁS


Yeyo Balbás nació en Torrelavega (Cantabria) en 1972 y ha trabajado durante quince años en distintos campos de la divulgación histórica, como ilustrador y realizando documentales y cortometrajes, lo cual se refleja en el aspecto casi cinematográfico de sus obras y en la manera en que en ellas se desarrolla la acción, lo cual facilita que sus novelas puedan ser trasladadas al cine. Además, Yeyo Balbás ha colaborado con diferentes publicaciones históricas, como la revista  “Memoria”, y actualmente publica sus trabajos en la revista de historia militar “Desperta Ferro”.

Tanto “Pax Romana”, su primera novela en la que nos narra el transcurso de las Guerras Cántabras en tiempos de Augusto, como “Pan y Circo”, novela en la que, con el mismo protagonista de su ópera prima, nos sumerge en el mundo de los espectáculos en Roma como medios para manipular a la opinión pública, estarán presentes en el Certamen. Ambas obras han tenido una gran acogida por parte de los lectores y han sido muy bien valoradas por la prensa especializada por estar excelentemente documentadas, lo que, en el caso de “Pax Romana”, ha contribuido a devolver a la actualidad  histórica la resistencia de Cantabria al proceso de conquista por parte de las legiones romanas.

 CONCHA PEREA


Concha Perea, licenciada en Humanidades y con un Master en Creación Literaria, nació en Sevilla en 1978. Es la directora de Servicios de Factoría de Autores y actualmente imparte cursos de creación literaria en colaboración con Casa del Libro y con la universidad de Sevilla.

Se aficionó a los cuentos de hadas leyendo obras como Peter Pan, El Hobbit, Crónicas de Narnia y especialmente al conocer la obra de escritores como George McDonald, Tad Williams y Sheridan LeFanu. En 2010 empezó a escribir el blog “La Corte de los Espejos”, que acabó por convertirse en la novela del mismo título, de ambientación steampunk y protagonizada por un hada de fuerte carácter, que se convertirá en uno de los títulos inaugurales de Fantasy, un nuevo sello de la editorial Random House dedicado a la literatura de género.

Ha participado como ponente en numerosos eventos literarios: como Mejor con un libro o las Jornadas de literatura fantástica de Dos Hermanas.

Es presidenta de la agrupación cultural sevillana “Bibliofórum”, organizadora de encuentros entre autores y lectores en los que se debate sobre temas de la actualidad editorial y literaria, y en la que han participado escritores de la talla de Ricard Ibáñez, Antonio Martín Morales o, Nerea Riesco.

JOSÉ LUÍS SERRANO


José Luis Serrano, profesor de Derecho en la Universidad de Granada, jurista y filósofo y autor de numerosas monografías y artículos de teoría general del derecho y del estado, derecho ambiental y ecología política.

Ha sido columnista de La Opinión de Granada y es autor de novelas negras, como Al amparo de la Ginebra (2000), Febrero todavía (2001), y de la novela basada en hechos históricos, Zawi, donde ofrece una versión de la historia muy alejada de la que podríamos llamar oficial, pues propone una completamente diferente que huye de "mitos" como la invasión de los árabes o el comienzo de la Reconquista en Covadonga.

En septiembre ha editado una nueva novela de carácter histórico:  La Alhambra de Salomón, con la que pretende hacer un homenaje certero y riguroso al Reino de Granada, a sus orígenes, a la riqueza patrimonial del Legado Andalusí, a su cultura y a ese buque insignia que la representa por todo el mundo, que no es otro que la Alhambra.
 JESÚS SANCHÉZ ADALID




Jesús Sanchez Adalid, nacido en Villanueva de la Serena, Badajoz, ha sido juez,  estudió filosofía y se licenció en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Salamanca.
Su amplia y original obra literaria ha conectado con una variada multitud de lectores gracias a la veracidad de sus argumentos y a la intensidad de sus descripciones, que se sustentan en la observación y la documentación. Sus novelas constituyen una penetrante reflexión acerca de las relaciones  humanas, la libertad individual, el amor, el poder y la búsqueda de la verdad.  
La obra de Sánchez Adalid se ha convertido hoy en un símbolo de acuerdo y armonía entre Oriente y Occidente, entre las religiones, razas y pueblos que forman la  humanidad, pues su ideario se sostiene sobre la base de que cualquier cultura  necesita de la mezcla de muchas influencias, sobre todo en un mundo desgarrado por  la intolerancia y el fanatismo.
Ha publicado con gran éxito La luz del Oriente, El mozárabe, Félix de Lusitania, La tierra sin mal, En compañía del sol, El cautivo, La sublime puerta, El caballero de  AlcántaraLos milagros del vino y Galeón. En 2007 ganó el premio Fernando Lara por  su novela El alma de la ciudad, y en 2012 el Premio de Novela Histórica Alfonso X el  Sabio por Alcazaba.
Jesús Sánchez Adalid ha colaborado en Radio Nacional, en el diario “Hoy” y en las  revistas “National Geographic Historia” y “Vida nueva”.
Estará presente en el Certamen el domingo día 17 en el Palacio Vela de los Cobos, donde participará, en compañía de José Luis Serrano, en una mesa literaria en la que ambos autores dialogarán acerca de su trayectoria y sus obras.

Éste post ha sido publicado por el blog del certamen.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Gracias a Miguel Castillo.

Queremos dar las gracias desde aquí a Miguel Castillo por seguir nuestro Blog. Espero que disfrutes con él como lo hacemos nosotros.
Un saludo

Bienvenidos!!!

Hola a todos.
Hoy hemos vuelto a retomar las reuniones de nuestro Club de Lectura y quiero aprovechar para daros a todos públicamente la Bienvenida a éste nuevo curso y las gracias por el entusiasmo que mostráis. Espero y deseo que éste curso sigámos disfrutando con la historia y con su lectura que tánto nos apasiona.
Un abrazo.

martes, 3 de septiembre de 2013

Comenzamos las reuniones.

Hola a todos.
Ya estamos en septiembre y comenzamos un nuevo curso y con él nuestras reuniones semanales. La próxima reunión la celebraremos el día 11 deseptiembre a las 10 de la mañana. Espero veros a todos por aquí y ruego que si alguien está de vieje y no puede acudir, que se ponga en contacto conmigo para saber si seguimos contando con su presencia en el Club de Lectura.
Nos vemos. Un abrazo.

miércoles, 17 de julio de 2013

Guía de Lectura

GUÍA DE LECTURA.
“Puro entretenimiento”
VERANO 2013
Se trata, como ya comenté, de una guía de lectura que contiene un poco de todo. Que sin abandonar nuestra inspiración, es decir, la novela histórica, nos permita relajarnos y disfrutar sin someternos al tiempo y la época.
-          El invierno del mundo; Ken Follet.(*)
-          La reina descalza; Ildefonso Falcones.(*)
-          Inferno; Dan Brown.(*)
-          Jacobo Alba; Emilia Landaluce.
-          Tiempo de cenizas; Jorge Molist. (Los Boliches)
-          Cuatro días de enero; Jordi Sierra I Fabra.(*)
-          Dime quien soy; Julia Navarro.*
-          Las legiones malditas; Santiago Posteguillo.(*)
-          La estrella peregrina; Ángeles Irisarri.(*)
-          La orden negra; José Calvo Poyato.(*)
-          El manuscrito de Avicena; Ezequiel Teodoro.
-          La loba de Al-Andalus; Sebastián Roa.(Los Boliches)
-          La caída de los gigantes; Ken Follet.(*)
-          Rojo amanecer en Lepanto; Luis Zueco.
-          El escudo de Granada; Mario Villen Lucena.
-          El violinista de Mauthausen; Andrés Pérez Domínguez.(*)
-          El camino mozárabe. Jesús Sánchez Adalid.(*)
-          El perro de Dios. Patricia. Patrick Bard.
-          Las damas del rey. Mº Pilar Queralt .
-          León el Africano. Amín Maalouf.(*)
-          La leyenda del ladrón. Juan Gómez-Jurado.(Los Boliches y El Boquetillo)
-          La conjura de Cortés. Matilde Asensi.(*)

¡¡¡¡FELICES LECTURAS Y FELÍZ VERANO!!!

(*)Se encuentran, al menos, en la biblioteca Miguel de Cervantes.

martes, 25 de junio de 2013

Próxima reunión cancelada.

Hola a todos.
Siento deciros que mañana no habrá reunión semanal pues el medico me ha prorrogado la baja por una semana. Nos vemos el jueves en nuestro almuerzo de despedida.
Hasta el jueves.

martes, 18 de junio de 2013

URGENTE!!!!!!! Próxima reunión.

Hola a todos.
Lamento tener que comunicaros que el médico no me ha dado el alta hoy, por lo tanto la reunión de mañana no se podrá celebrar.
Espero veros a todos el próximo miercoles día 26 de junio para poder despedir el curso.
Un abrazo a todos.

martes, 11 de junio de 2013

Presentación del libro "Leche" de Marina Perezagua

Hola a todos.
El próximo día 17 de junio, a las 19.30 de la tarde, en la biblioteca "Miguel de Cervantes" tendrá lugar la presentación del libro "Leche" de Marina Perezagua, por Emilo Calvo de Mora, con la presencia de la autora




Para ir abriendo boca, aquí os dejo un relato breve de la misma autora. Espero que lo disfrutéis.

"El alga" un relato de Marina Perezagua.
Años de inmersiones a pulmón han hecho que hoy, en superficie, si estoy quieta, de modo que ningún tipo de movimiento requiera un gasto de oxígeno, sea capaz de aguantar la respiración hasta seis minutos. Mi récord es, más precisamente, seis minutos y siete segundos. Durante ese tiempo, tengo la impresión de que mi pensamiento ocurre en otro lugar de mi cerebro, más alejado. Si creyera que es posible, diría que ocurre fuera de mí, y que su actividad no interfiere en mi cuerpo. Así, cualquier idea de miedo, alegría o tristeza, no alterará mi pulso que, por la falta de aire, se va ralentizando. Por eso, hay dos maneras de saber si respiro: una, arrimar un cuerpo a mi nariz o a mi boca, y la otra, comprobar dónde ocurre mi pensamiento.
Ahora respiro y pienso normalmente. Imagino que en los intervalos en que dejo de respirar y el corazón comienza a bombear más despacio, una tomografía puede mostrar que la actividad de mi cerebro, aunque moderada, existe. Pero nadie me va a llevar a un hospital para descubrirme señales de vida porque, entre otras cosas, el médico que me sostiene la mano es Iván, mi mejor amigo. Él fue quien, como cómplice, accedió a certificar mi muerte cuando me sacaron del agua. Y él es quien, en su papel de amigo de la infancia, va dando instrucciones de proceder al velatorio, atendiendo a mis deseos.
Iván les ha dicho a todos que, en caso de morir en el mar, era mi última voluntad que no me velaran en una habitación oscura llena de cirios, sino aquí, en mi barca, atracada en el muelle, desde donde, uno por uno, entrarán a despedirse. Cuando se despida el último, Iván soltará los cabos y me llevará a alta mar. Al regresar les dirá que me dejó ardiendo. Y al amanecer, quizá alguno, a lo lejos, creerá ver un destello. Pensará que soy yo, naranja, incendiada. Mi muerte para ellos será, para mí, mi nacimiento.
Van llegando. Les oigo. Son todavía un coro de suspiros y susurros indistinguibles en el muelle. Disimulo y espero. Tengo curiosidad por escuchar esas cosas que sólo se dicen a los que ya no oyen. Tumbada bocarriba, inmóvil en el balanceo de la barca, el graznido de las gaviotas empieza a adquirir otro sentido. Ahora cantan. Las gaviotas son las sirenas del marinero muerto, pienso.
Los primeros pasos que reconozco son los de mi tío. Su peso escora la barca a estribor. Él fue el único en mi infancia que estimuló mi atracción hacia la profundidad. Me habla: “Mientras yo pescaba, tú estabas en el agua y, a veces, antes de subir, limpiabas el casco y liberabas la hélice de parásitos y esponjas. A cambio, te permitía sumergirte agarrada al ancla. Yo mismo acomodaba tu cuerpecito, de manera que no hubiera posibilidad de enredo, y te bajaba con la manivela hasta tocar fondo”. Ah, tito, es cierto, fuiste tú quien me enseñaste que bajar de esa manera, quieta, me permitía estar dentro mucho más tiempo, porque mi cuerpo no consumía tanto oxígeno. Pensé que seguramente por el mismo motivo yo siempre había cerrado los ojos en el agua. La mirada exige aire. Mirar cansa.
Iván me da tiempo para que pueda respirar entre visita y visita del cortejo que espera en el muelle. Disimuladamente, me toma el pulso para comprobar que estoy bien. Con un toque sutil en la muñeca me señala que las pulsaciones se normalizan. Esto indica que tengo tres minutos para recuperarme y coger aire de nuevo, mientras él hace esperar al siguiente que, desde el muelle, pensará que me está arreglando el cabello, las pestañas, colocándome la mano que al último familiar se le olvidó devolver a mi pecho.
Mi situación requiere dos cualidades que condicionan las despedidas definitivas: sinceridad y parquedad, motivada, esta última, por la limitación de tiempo, teniendo en cuenta que, aunque ya cae la tarde, estamos en agosto, la canícula continuará durante la noche, y mi cuerpo, se supone, comenzará a descomponerse pronto. En realidad este límite temporal, que todos creen venir impuesto por el deterioro de la carne, se corresponde con un impulso de vida: el tiempo que mi cerebro se toma para volver a pedirme aire. He acordado con Iván que tres minutos serán más que suficientes para que cada uno se despida.
Liberarse de la necesidad de respirar favorece un estado de paz difícil de describir a quien no lo haya experimentado. En esta paz espero a la próxima persona. Entra. La siento cerca. Dice mi nombre, Alba. Y, sin embargo, ocurre algo insólito: es la voz de un desconocido. Atiendo a la segunda palabra, y no hay duda. No sé quién es. No he escuchado esta voz en mi vida. Me estremezco cuando, en un tono alegre, dice las primeras frases: “Tu sexo hinchado. Yo todavía dolorido. Cuando me desperté ya no estabas. Llevo horas buscándote”. Intento mantener la tranquilidad necesaria para seguir conteniendo la respiración, estática, pero la sorpresa ha devuelto mi pensamiento a su lugar habitual, y comienzo a hacer juicios, a dudar, a preguntarme qué está pasando, de quién es la voz. No adivino quién puede ser. Si estuviera en un tanatorio pensaría que se ha confundido de muerta. Pero estoy en un puerto y a plena luz del día. No dice nada más. Oigo cómo sale de la barca.
Entra mi abuelo. Me sobra. Quiero que se vaya. Intento recordar dónde estuve anoche. No me siento el sexo hinchado. No estuve en casa. Salí. No recuerdo con quién. Me inquieto. Mi abuelo estorba mi pensamiento. Afortunadamente, la concisión obligada hace de las palabras de los que se despiden un ejemplo perfecto de precisión literaria pues, en la soledad de cada uno conmigo, se condensa todo lo que hay que decirme. Así, mi abuelo expresa en unas pocas líneas el desprecio agolpado de toda una vida, mientras que, en Navidad, se nos enfriaba la cena esperando a que terminara un discurso de agradecimiento. Como siempre he estado lejos, me llama extranjera. Esperaba que una vez muerta me llamara nieta. Pero ya no duele. Sólo quiero que se marche.
Iván hace tiempo para que me recupere respirando normalmente. Oigo cómo se acerca otra persona. Aprovecho el momento en que alguien la ayuda a pasar del pantalán a la barca y me preparo para contener de nuevo la respiración. Iván controlará el reloj y, a los tres minutos, le dirá que tiene que dejar pasar al siguiente. “El calor, ya sabe usted, no tenemos mucho tiempo”.
El desconocido ha vuelto. Sus palabras me enfrían la piel de la oreja: “Te olvidaste las medias. Tienen una pequeña mancha de sangre, apenas se ve. Te agradezco el regalo”. Aun tumbada creo que me voy a caer. Quieta y con los ojos cerrados, siento que el mundo oscuro sin orden ni desorden me da vueltas. Vértigo. Me pregunto por qué Iván, que tan bien me conoce, no interviene en esta situación. Él sabe que no hay ningún hombre en mi vida. Pero el comportamiento de Iván con el extraño parece ser el mismo que con el resto de los conocidos. Para no quebrar mis nervios intento convencerme de que quizá sólo se trate de un bromista. Alguien que, como quien se cuela en una boda, se cuela en un velatorio. Posiblemente ha escuchado cómo me llamo y esto es lo único que sabe, pienso.
Después de casi tres minutos sin respirar el cuerpo empieza a pedirme oxígeno a través de movimientos involuntarios que, generalmente, ocurren a modo de pequeñas contracciones en el estómago y la garganta. Puedo contar hasta setenta antes de correr un riesgo. La presencia del extraño las ha incrementado. Por un momento temo que alguien lo advierta, pero me tranquilizo, porque para ocultar las contracciones Iván ha dado órdenes de que me envolvieran hasta la barbilla con el paño de la vela. Sólo tengo al descubierto la cabeza, y los dos brazos sobre el pecho. Aunque no me he visto, siento el peso de la tela. Sé que es una mortaja lo suficientemente gruesa como para cubrir los pequeños espasmos, acelerados por el extraño.
Oigo la voz de mi prima Miriam. Aunque sabe que no voy a responder, me pregunta quién es el hombre que acaba de marcharse. Espero que ella me dé alguna pista que me ayude a identificarle. Escucho atentamente. Miriam, como todos, cree que la causa de mi muerte es la que tantos pronosticaron: a fuerza de bajar cada vez más profundo con una sola bocanada de aire, acabaría ahogada. Y recuerda un capítulo de nuestra niñez: “De pequeña saltabas al agua desde el espigón y los demás contábamos el tiempo que permanecías sumergida. Ahora te veo como a Bruno, creo que así se llamaba aquel niño que competía contigo y que un día, al salir, dijo que le dolía la cabeza, y se desplomó. Lo metieron en una bolsa blanca mucho más grande que él”. Sí, lo recuerdo, y a mí me prohibieron volver a bucear por un tiempo. Castigada en tierra, sentí la asfixia de la bolsa donde metieron a Bruno. Aunque el pensamiento no tiene sentido, fantaseo con la idea de que el extraño sea aquel niño que simuló su muerte como yo lo hago ahora, un Bruno que ha crecido hasta mi misma edad. Mi prima continúa hablando. Creo que Iván se ha distraído un instante, porque ella me escupe en el pecho y me susurra: “Por fin ahora estás como en una bolsa. Asquerosa. Gusana de mar. Ojalá que tu podredumbre sea tan grande como la de un calamar gigante, y que te piquen las medusas, por fuera y por dentro”.
Alguien me limpia la cara, debe de ser Iván. Pero no dice nada. Posiblemente piensa que me han salpicado algunas gotas, porque mi barca, aunque segura, tiene la regala apenas a cincuenta centímetros del agua, y estando atracada en puerto, el coletazo de una lisa puede mojar el interior. Huelo la saliva de mi prima en el pelo.
Temo que el extraño no vuelva, o que Iván no entienda que quiera despedirse tantas veces y le aleje de la barca. Pero regresa. Me dice cosas que no entiendo. Me gusta. A diferencia de mi familia, es el único que me habla como si supiera que estoy viva. Lo sabe, me lo dice: “Sé que vives. Todavía tengo grumos de tu flujo en mi vello”. Deseo que sea cierto, que no se haya equivocado, que no sea él el loco. Espero algún detalle que ubique el día en que nos conocimos, como si en ese día estuviera la hebra que desenreda la madeja. Extraña sensación esta de esperar que un desconocido me cuente por qué nos conocemos.
Entra mi abuela. Recurrente agonía de esperar una pista. Pero ni estando yo muerta mi abuela cambia su canción de siempre: “Sabía que la pesca submarina te costaría la vida, como a tu madre”. Sólo esa frase, que repite dos veces, y después se queda callada. De los tres minutos, le sobran dos y medio. Pero qué mentirosa eres, abuela. Ojalá el extraño te tapara la boca con un pepino de mar. Mi madre se fue huyendo de tu hijo. En cuanto a mí, todavía no has comprendido que lo de la pesca submarina fue siempre un pretexto para bucear a pulmón. No entendías la necesidad que, desde niña, tenía de estar allí abajo, agarrada a una roca del fondo, quieta, sin abrir los ojos. Y tú me decías: “Pero, hija, ¿ni siquiera lo haces por ver los peces?”. No, abuela. No tenía ninguna curiosidad por el entorno submarino, y nunca me importó la pesca. Lo que me gustaba era buscar la presión a profundidades cada vez mayores. Se siente como un abrazo en los pulmones.
Iván le dice a mi abuela que tiene que despedirse y ella, que siempre ha sido muy bien mandada, se va.
Transpiro bajo la vela. Si los muertos no sudan, espero que el sudor no me delate. Una gota me baja por el muslo con el cosquilleo de una hormiga. Me llega cierto olor a plástico que sólo ahora distingo perfectamente de las fibras naturales del paño. Durante los minutos de recuperación no puedo dejar de pensar en el intruso. Ha mencionado una mancha de sangre. Aunque sé que no me toca el periodo, pienso en la posibilidad de que la gota que me resbala por el muslo no sea de sudor.
Mi padre también se ha despedido. Acaba de marcharse. No le he querido escuchar. Prefería pensar en el extraño, que ahora está otra vez a mi lado. Y le hablo para mis adentros, movida por la intimidad que me ha contado. Le digo que a veces el terror de mi padre me despierta por las noches. Por conocer a mi padre estoy a favor del aborto. Quiero que el extraño me oiga. Que no quiero tener hijos. Pero entonces, noto que me toma la mano, me separa un poco un dedo y me pone un anillo. “También te dejaste esto”, dice. Noto en el dedo el anillo que busqué esta mañana. El sol me calienta el aro de metal en la piel y tiemblo.
Me pregunto si, debido a la falta de aire, mi mente me está fallando y estoy sufriendo un delirio, una alteración en mi estado de conciencia. Dicen que después de tres minutos sin respirar el cerebro comienza a sufrir daños. Esto no ocurre si se aprende a dirigir todo el oxígeno hacia la cabeza. Las manos, los pies, las extremidades pueden pasarse sin aire mucho más tiempo. Sólo se necesita entrenamiento y concentración. Pero no estoy concentrada, estoy nerviosa, y pienso en la posibilidad de que el riego de mi cerebro no sea suficiente y este hombre sea un espejismo de mis oídos.
Tomo aire de nuevo para recuperarme. Iván me toca la cara, las manos. Supongo que ahora sus gestos son interpretados por los demás, desde el muelle, como otra forma de despedida. Pero algo me oprime la garganta. Es la voz de mi hermana mayor. Sé que sus amenazas ya no tienen sentido. Sé que soy más fuerte que ella porque ya no la escucho. Pero, algunas veces, me viene la imagen de su último castigo. Cuando era niña una vecina del campo me regaló un huevo de lagarto. Me lo entregó metido en un vaso con arena. Estuve durante un tiempo que a mí me pareció inmenso vigilando el huevo, cuidando de su incubación en el vaso. Por las noches, cuando veía las salamanquesas acercarse a la luz del jardín para atrapar mosquitos, me imaginaba a mi lagarto naciendo, rompiendo la cáscara con su cabeza de color ceniza. Un día mi hermana se enfadó conmigo y tiró el vaso contra la pared. El lagarto prematuro no era gris, sino verde, y se movía torpe entre los cristales y la arena esparcida. Por primera vez sentí la responsabilidad de un sufrimiento animal y, en la necesidad de aliviarlo, entré corriendo en la casa y lo arrojé al retrete. Mientras el reptil se iba por el desagüe yo agradecía, fuera, el frío del agua en el corte que quema carne. Quema la carne cuando el extraño me habla de mis labios cortados. Quisiera que me pasara la lengua para suavizarlos. Creo que no sería la primera vez, que si su lengua me rozara la piel reconocería todo lo que me cuenta, concediéndome la memoria del cuerpo.
Pienso en mi madre. Si viniera, ella me diría quién es él. Pero no vendrá. La quiero más que a nada porque eligió vivir. Pienso en su fortaleza. Hasta hoy –me han dicho– trabaja en un mundo de hombres. Es capitana de un barco que se llama Argos.
Lo que no me esperaba es que viniera mi primo. No me habla, pero sé que es él por su olor a barco. Está aquí. Callado. Su presencia me sorprende como un milagro, casi tanto como la del extraño, porque nunca ha salido de su camarote. Tiene miedo. Sólo navega y escribe. Es una rosa de los vientos y una máquina de escribir bien. Mi escritor preferido. El que nadie conoce. Yo le visito a veces y, cuando después de sortear los demonios que impiden el paso, entro en su camarote, pienso que si existe una imaginación fuera de una persona, está ahí, en su habitáculo, cámara de creatividades. Quisiera restregarme por su cama, por su escritorio, por su alfombra, como un caballo en un charco; pero el genio no se contagia. El genio es una garrapata que no agarra en cualquiera.
Con otro toque en la muñeca, Iván me avisa de que va a entrar la siguiente persona. El olor a cerrado se va tras mi primo, y soy devuelta al aire libre y a mis pensamientos en el desconocido.
La entrada por segunda vez de mi padre me hace pensar que será la última persona en despedirse. Me da en la frente un beso que quisiera vomitarle. Seguramente después de él Iván soltará las amarras y me separará, como hemos convenido, de esta tierra familiar. La excitación de la partida, de que todo se aleje como hemos planeado, es grande, pero no tanta como para nublar mi necesidad por conocer al intruso. Cuando mi padre sale de la barca estoy en ascuas, con todos los sentidos, excepto la vista, abiertos, atentos al próximo cambio en mi situación. Mi cuerpo, como un alga, sigue a merced de movimientos ajenos. Es el mismo sentimiento de alga que tengo cuando el extraño me habla. Me desplazo gelatinosa por las humedades de lo que cuenta. Quiero decirle: “Te creo. Si tú dices que tienes mis medias, es cierto. Si dices que las manché de sangre, también. Y grité y gemí. Y mi sexo está hinchado y tú dolorido por mí. Y me quieres tanto que vas a recoger los excrementos de todas las focas del universo para vestir a mi familia de estiércol”.
Como si hubiera escuchado mis deseos, el extraño ha vuelto. Estoy nerviosa. La tensión es tanta que arma un esqueleto. Ahora soy un alga vertebrada. La sangre me riega con fuerza cada capilar, me endurece la carne, los músculos que revisten la espina dorsal. El alga que he sido ya no es verde ni blanda. Soy otra cosa. El alga que he sido tiende a coral. Entonces recuerdo. Fue ayer. La playa. La noche. Un desconocido en una roca. Me gusta su silueta. Me acerco. La única luz es una pequeña fluorescencia en la boya que él sostiene con el sedal. Me ofrece una lata que saca de una nevera removiendo el hielo. La abro. Es cerveza. Me desnudo. Se desnuda. La lucecita de la boya se sumerge. Han picado. Sacamos el pez y lo echamos al cubo. Nos besamos, nos acariciamos, compartimos la cerveza y todos los líquidos del cuerpo. Nos agotamos. Me duermo. Al despertar estiro los brazos, las piernas, los dedos de los pies, me crujo cuanto puedo. Abro la boca, tomo una gran bocanada de aire para oxigenar mi cerebro. La madrugada. Le dejo dormido. De vuelta a casa veo que me falta ropa, que he perdido el anillo. Después olvido. Me ducho antes de llamar a Iván para ultimar los detalles de esta despedida. Ahora Iván suelta amarras, pero el intruso sigue junto a mí. Estamos saliendo de puerto.
Del libro LECHE
De Marina Perezagua

El título del libro hace referencia a un testimonio oral, una historia que hace unos meses me contó una superviviente de los horrores de Nanking cuando China fue invadida. Con la escritura del relato “Leche”, el más breve del libro, quise redimir el horror de la experiencia en aquel campo de concentración, y hacerlo mediante la construcción de otra historia paralela.
Finalmente decidí titular el libro tal como la historia de Nanking, Leche, porque considero que este líquido, desde su carácter nutricio y seminal, pasa por cada historia, más allá de cualquier tipo de división binaria, comenzando por la de género. La leche de estos relatos no es ni inseminadora (de hombre) ni láctea (de mujer), sino ambas cosas, pero también muchas más. Es el impulso de vida que, a través del imaginario, nos ayuda a resistir mediante la destrucción de las categorías establecidas.  
Marina Perezagua


Esperamos veros a todos por aquí.